Cómo Aportar Nitrógeno a los Olivos en Ecológico
(5 productos que funcionan)

¿Te preguntas cómo se puede aportar nitrógeno a los olivos en ecológico?

Te presentamos 5 productos.

En la agricultura ecológica existe una gama reducida de productos que aporten nitrógeno a los olivos para poder incorporar al suelo.

En este artículo exponemos los 5 productos más representativos que aportan nitrógeno a los olivos en ecológico.

PRODUCTO 1

BIO-NPK

Este producto novedoso contiene los mismos microorganismos que el humus de lombriz, con la ventaja de que este es líquido: por tanto, posee todos los beneficios de dicha sustancia.

Sus microorganismos, hongos y bacterias, se asocian a las raíces de los olivos y colonizan el suelo circundante. El trabajo que desempeñan estos microorganismos nitrificantes es fijar el nitrógeno atmosférico, transformándolo en moléculas asimilables por las plantas y así quedan disponibles para que lo puedan absorber los olivos.

Además de este aporte de nitrógeno continuo producido en el suelo, ya que los microrganismos quedan establecidos en él, este producto tiene la ventaja de que su modo de empleo es uno de los más fáciles de todos los que se van a ver, debido a que se aplica a través del riego, abaratando los costes de combustible y tiempo en la aplicación.

BIO-NPK

Aumenta la captación de nitrógeno

PRODUCTO 2

Humus de lombriz

Humus líquido

Reestructura y enriquece el suelo

El humus de lombriz es el producto obtenido de procesar estiércoles y otras materias orgánicas con lombrices de la especie Eisinia foetida. Puede considerarse el mejor abono natural que se conoce debido a sus beneficiosos microorganismos. Entre sus efectos en el suelo encontramos que:

1Restablece la flora microbiana natural del suelo.

2Cura y previene plagas en los cultivos evitando microorganismo oportunistas.

3Aumenta el porte de las plantas ya que promueve la producción de auxinas y giberelinas.

4Estimula la formación de micorrizas importante para la toma de nutrientes de la planta.

Existe la concepción errónea de que el humus de lombriz es un producto nuevo y se elabora desde hace relativamente poco.

No es así.

Tradicionalmente existían, en zonas de cultivo y pueblos, lugares llamados estercoleros: aberturas en el suelo donde se depositaba el estiércol de los animales junto con la cama.

Ahí mismo sucedía un proceso de compostaje: mientras en la zona superior el material fermentaba, en la parte inferior surgían colonias de lombrices que transformaban este estiércol en humus.

Este proceso duraba de uno a dos años, pero se obtenía el mismo resultado que hoy con la lombricultura: un humus de calidad, capaz de aportar al suelo microorganismos que dan nutrientes a las plantas y, entre ellos, el nitrógeno tan necesario para los olivos.

Aunque el humus de lombriz es más caro que el estiércol, en el terreno necesita aplicarse menos cantidad de humus que estiércol. Por tanto, con el mismo dinero, es más recomendable el uso de humus de lombriz por sus mayores cualidades.

Por otro lado, su aplicación es algo laboriosa, es necesario distribuirlo en el suelo e incorporarlo con un pase de grada o rastra para que pueda estar en contacto con las raíces y haya una mejor implantación de los microorganismos y un mejor aporte de los elementos nutritivos.

PRODUCTO 3

Estiércoles

El estiércol está compuesto por heces y orines de animales que proceden de ganadería extensiva o semiextensiva. Además puede estar compuesto por muchos otros elementos, como paja, serrín o virutas de madera. El estiércol aporta nitrógeno y materia orgánica al suelo, mejorando su estructura. Dicho nitrógeno está en forma mineral y orgánica, el olivo no puede utilizarlo en su totalidad y hay que esperar a que se mineralice la fracción orgánica.

Para que un estiércol sea de buena calidad, debe estar compostado con los procesos correctos como mínimo 6 meses, evitando problemas que puedan darse durante el abonado con estiércol como semillas de malas hierbas, enfermedades y hongos. Por otro lado hay que asegurarse de la procedencia de los estiércoles, ya que muchas veces pueden contener restos de antibióticos y vacunas, de pesticidas o de metales pesados.

Actualmente, el problema de los estiércoles disponibles es su uso en fresco, con todos los inconvenientes que esta práctica lleva asociada. Los estiércoles no compostados fermentan en el suelo, y su alta acidez provoca el secuestro de elementos del suelo por pH bajo, ya que estaríamos modificando el pH de nuestro suelo.

La ventaja del estiércol es su sencilla distribución, sobre todo porque es el método de abonado tradicional y existen multitud de aperos para este fin.

PRODUCTO 4

Alperujo compostado

El alperujo es uno de los subproductos más abundantes durante la extracción del aceite de oliva. Está compuesto por alpechín y orujo, y tiene propiedades intermedias de ambos. Debido a la existencia en grandes cantidades de este producto, el alperujo se recicla como aprovechamiento.

Se recomienda su compostaje porque la aplicación en fresco tiene problemas de fertilidad, ya que es muy ácido y puede modificar el pH del suelo. Para realizar el compostaje se necesita mezclar con otros materiales orgánicos, como hojas de limpieza de la aceituna recogidas en la almazara, restos triturados de la poda del olivar y tierras.

El proceso es largo y costoso, por lo que el resultado es más una forma de aprovechamiento del reciclaje de deshechos que un producto que destaque por el valor que pueda aportar al suelo.

PRODUCTO 5

Fertilizantes orgánicos comerciales de origen animal

Pueden utilizarse otros fertilizantes orgánicos, generalmente comerciales, sólo en caso de estar acreditados. Estos están compuestos por productos o subproductos de origen animal como la harina de sangre, de pescado o de carne.

Los fertilizantes orgánicos comerciales suelen estar más enriquecidos en nutrientes y son algo más homogéneos y más caros. Son los que más nitrógeno pueden proporcionar al suelo, pero se tratan de productos lixiviables: desaparecen pronto del suelo. No aportan materia orgánica, ni microorganismos que ayuden a fijar nitrógeno para las plantas.

EXPLICACIÓN

¿Cómo fijan el nitrógeno los microorganismos que aportan el Bio-NPK y el humus de lombriz?

La mayor parte del nitrógeno del planeta (alrededor de un 78%) se encuentra en el aire. Los animales y las plantas tienen buena cantidad del mismo en las células; sin embargo, ninguno de estos dos grupos tiene la capacidad de capturar el nitrógeno atmosférico. En el mundo natural esta acción la llevan a cabo las bacterias, que juegan un papel fundamental en el ciclo del nitrógeno.

El proceso de fijación del nitrógeno en formas biológicamente utilizables lo producen especies de bacterias fijadoras de nitrógeno y otros procariontes. Las primeras pueden ser simbiontes benéficos que viven dentro de ciertas plantas, y otras viven libremente en el suelo o en el agua.

Las bacterias más importantes y habituales en los cultivos son las de tipo Rhizobium, simbiontes de plantas leguminosas, y las del género Azobacter, bacterias de vida libre que viven en los suelos.

Los microorganismos que fijan el nitrógeno lo capturan de la atmósfera transformándolo en amonio (NH4+), luego en nitrito y finalmente en nitrato (NO3-), una molécula que pueden absorber las plantas para producir moléculas orgánicas. Estas pasan a los animales cuando consumen plantas, y las pueden incorporar o excretar como deshecho.

Por otro lado existen otros microorganismos que convierten estos compuestos nitrogenados en nitrógeno gaseoso, que implica varios pasos en los ecosistemas terrestres.