Los síntomas de la deficiencia de nutrientes en el suelo del olivar son visibles y dependen del micronutriente que falte.
Siempre afecta a la producción y al desarrollo de la planta. Los síntomas más comunes son la decoloración y clorosis de las hojas.
Los micronutrientes son elementos que se encuentran en el suelo y forman parte de las plantas en una baja proporción
A diferencia de los macronutrientes, los micronutrientes son absorbidos del sustrato en cantidades muy pequeñas pero tienen la misma importancia ya que su carencia también ocasiona desórdenes en la planta.
Los micronutrientes se asimilan mejor a pH neutro, por lo que la disponibilidad que existe para los olivos no depende de la cantidad que haya en el suelo, sino de la acidez o basicidad del sustrato. A un pH alcalino más alto, la disponibilidad será menor, por lo que el objetivo es tener un pH ligeramente ácido.
Disponibilidad de los micronutrientes para el olivo a diferente pH
Solucionar la deficiencia de nutrientes en el suelo del olivar pasa por conseguir un pH óptimo y así obtener la mayor proporción de micronutrientes. Las acciones a realizar serán:
1 Aportar materia orgánica en el suelo. La materia orgánica hace que los microelementos estén disponibles en la forma que las plantas lo puedan asimilar. La materia orgánica también provoca que el pH del suelo se acidifique. La opción para añadir materia orgánica al suelo es el Humus Líquido.
2 Incorporar al suelo microorganismos. Estos se presentan contenidos en nuestro producto Bio-NPK. Modifica las condiciones del suelo dejando disponibles los micronutrientes para que las plantas los puedan aprovechar. La microvida contenida se instala en el suelo y produce su acidificación, es decir, que el pH descienda.
Bio-NPK
Aumenta la captación de Nitrógeno, Fósforo y Potasio
Humus Líquido
Reestructura y enriquece el suelo
Entre los micronutrientes se encuentran: hierro, manganeso, zinc, cobre, boro y molibdeno. Los síntomas de la carencia de cada uno se manifiesta de diferentes maneras en la planta:
- Hierro: clorosis entre los nervios de las hojas más jóvenes.
- Manganeso: las hojas jóvenes se presentan de color verde pálido a amarillo.
- Zinc: las hojas jóvenes tienen bandas amarillas o blancas en la parte basal de la hoja.
- Cobre: las puntas de las hojas viejas están desecadas y las hojas jóvenes tienen una tonalidad amarillo pálido.
- Boro: la planta presenta decaimiento, se produce la caída de las flores y los frutos son estériles.
- Molibdeno: las hojas se vuelven amarillas y en ocasiones son alargadas y estrechas.
Como el resto de nutrientes, los micronutrientes se encuentran en el suelo de distintas formas:
- Solubilizados en agua
- Como iones intercambiables
- Adsorbidos, formado quelatos o complejos
- En minerales secundarios de arcillas y óxidos metálicos insolubles.
- Minerales primarios
Las tres primeras formas son asimilables para las plantas. Se encuentran en equilibrio y un cambio en la concentración de uno de ellos conlleva la variación en la concentración de los otros. Aquí se incluye la materia orgánica del suelo, que presenta propiedades complejantes para los micronutrientes. Forma combinaciones con estos, como los quelatos, donde el micronutriente se queda insertado en una molécula.
Los compuestos orgánicos de la materia orgánica con esta propiedad son:
- Sustancias bioquímicas provenientes de organismos vivos (ácidos orgánicos, polifenoles, aminoácidos, proteínas, polisacáridos).
- Polímeros complejos (ácidos húmicos y fúlvicos).
- Los complejos solubles corresponden sobre todo a combinaciones con moléculas bioquímicas, como los ácidos orgánicos y ácidos fúlvicos.
Lo notable de estos fenómenos de retención de los micronutrientes en la materia orgánica está en que los microelementos se mantienen en solución, donde las plantas lo pueden asimilar. Esta retención es especialmente importante en los casos en que el pH del suelo es desfavorable y estos micronutrientes no estarían disponibles en condiciones normales.
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