Desde los años 60, la agricultura tradicional utiliza productos con químicos para poder producir. Se han desarrollado fertilizantes y fitosanitarios, productos que se han quedado entre nosotros. Pero, ¿qué riesgos puede tener el uso de productos con químicos en la agricultura y en la jardinería? Y, ¿son estos productos insustituibles?.
Hay una alternativa fiable y rentable al uso de productos con químicos que debemos tener en cuenta ya que existen multitud de riesgos en utilizar productos químicos, de síntesis en los cultivos. Hablemos de todo ello.
La agricultura convencional basa sus prácticas en:
- Uso continuo de los recursos del suelo y de las plantas.
- Intento de alcanzar el máximo de productividad por metro cuadrado de tierra.
- Aceleración o recorte de los periodos productivos y los ciclos vegetativos.
Esto ocurre porque se utilizan fertilizantes químicos que aportan en su mayor parte nitrógeno, potasio y fósforo, tres de los macroelementos que necesitan las plantas para desarrollarse. Estos nutrientes se aportan en formas solubles para que estén disponibles para las plantas en el suelo, sin necesidad de pasar por ninguna transformación. Por lo tanto, los nutrientes disponibles en el suelo son los que la planta asimilará.
El nitrógeno, uno de los elementos que en más cantidad se aporta, es un elemento fundamental para el crecimiento, la elongación de los tallos y hace que la planta presente un color verde intenso. Pero tiene sus problemas, un aporte excesivo de nitrógeno provoca un desequilibrio interno en la planta:
- Sus hojas se vuelven más débiles.
- Los tallos producidos son más frágiles.
- La planta es más propensa a que le afecten las heladas y al ataque de depredadores y plagas.
Como alternativa a los químicos y fijándonos en los ciclos de la naturaleza, se puede emplear Humus Líquido de Nostoc, que lo que aporta son microorganismos que proporcionan a las plantas un suministro balanceado de nutrientes que la planta puede asimilar. De este modo, la planta crece sana, con unas buenas defensas y sin problemas en sus órganos.
Las plantas crecen en ambientes donde la flora y la microbiota del suelo interactúan, y estas interacciones determinan en gran medida el estado de los vegetales.
Las bacterias y hongos presentes en el suelo se alimentan descomponiendo los restos del sustrato y promueven el movimiento de nutrientes, que quedan disponibles para las plantas e influyen directamente en los insectos que se alimentan de los cultivos.
Los plaguicidas, que también tienen efectos residuales en el suelo y persisten durante mucho tiempo, destruyen esta vida microbiana que existe en el sustrato. Al inhibir la vida de los microorganismos:
- Impiden la descomposición de la materia orgánica.
- Imposibilitan la correcta nutrición de las plantas.
- Facilitan la infección de la planta por hongos y bacterias oportunistas.
- Merman o inhiben la actividad de las micorrizas simbióticas de las raíces de las plantas causadas por el uso de fungicidas.
Para evitar el uso de los plaguicidas se debe utilizar humus de lombriz, que aporta la materia orgánica y los microorganismos que los productos químicos habían impedido crecer. Una vez que en el suelo vuelven a estar presentes las bacterias beneficiosas, los problemas que se han resaltado desaparecen.
Los vegetales y frutos obtenidos mediante técnicas de cultivo convencionales tienen un gran tamaño y una buena apariencia. Sin embargo, a parte de todos los químicos que pueden estar presentes en su superficie, se puede comprobar que en muchos casos el sabor es inexistente y la textura no es agradable al paladar.
Todos estos problemas están relacionados con la forma en que se le suministran a la planta los nutrientes. En vegetales con una buena nutrición en la que entran en juego los microorganismos y un cultivo sin la utilización de productos químicos, se obtienen vegetales y frutas con una mayor calidad y mejores cualidades organolépticas.
Además de todo esto, se puede aportar un producto de Nostoc: Pro Energy, que aporta aminoácidos de origen vegetal, optimiza el transporte de nutrientes en la planta, incrementa el contenido de azúcares, prolonga la conservación e incrementa el peso de los frutos.
Los productos fitosanitarios para plagas pueden ocasionar que en los suelos no existan lombrices, que son las que crean el humus a partir de la materia orgánica. De este modo se paraliza la formación de humus, que es un elemento que mejora la estructura del suelo y proporciona nutrientes a las plantas.
Además, hay estudios que sugieren que la presencia de ciertos organismos en el suelo puede inducir los mecanismos de defensa contra plagas en las plantas. Por ejemplo, se ha demostrado que hay una disminución del 82% de las plantas infectadas por nematodos cuando había presentes lombrices de tierra. Aunque las lombrices no tenían un efecto directo sobre la población de nematodos, debido a su presencia, las raíces no se vieron afectada por nematodos y tampoco ocurrió un descenso de la fotosíntesis.
Se ha podido comprobar que la presencia de lombrices en la zona de las raíces induce cambios en la expresión de ciertos genes de la planta, que hace que se incremente la actividad fotosintética y una mayor concentración de clorofila en las hojas (Blouin et al., 2005).
Los desequilibrios del suelo inducen graves alteraciones en las plantas que viven en él, ello conlleva a su debilitamiento general y las hace más vulnerables a plagas y enfermedades.
En este sentido, la mayoría de los estudios realizados indican que se produce un incremento muy fuerte en el número de pulgones y ácaros en las plantas como respuesta al aumento de los niveles de fertilización nitrogenada. Casi sin excepción, todos los insectos herbívoros asociados a cultivos del género Brassica muestran un incremento en sus poblaciones como resultado de aumentar los niveles de nitrógeno inorgánico en el suelo (Altieri et al., 1998). En dos años que ha durado el estudio, han comprobado que las poblaciones de trips (Frankliniella occidentalis), fueron mucho mayores en los tomates que recibieron altas tasas de fertilización nitrogenada.
Respuesta de la población de pulgones al tratar brócoli con fertilizante nitrogenado de Albany, California (Altieri, datos inéditos)
Si los niveles altos de fertilización nitrogenada son un atrayente para las plagas de los cultivos, la solución está en utilizar productos que aporten nitrógeno de manera natural y de una forma equilibrada con otros nutrientes que necesitan las plantas. Como es nuestro producto Bio-NPK , un biofertilizante que se basa en aportar un gran número de microorganismos que proceden del humus de lombriz, que son capaces de movilizar micronutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio y hierro, y mantenerlos disponibles para la planta.
Pack Fertilización Ecológica
Productos sustitutivos a los productos químicos:
Utilizando el Pack Fertilización Ecológica conseguirás mejores resultados en tus cultivos que con los productos químicos tradicionales.
El pack se compone del Humus Líquido + el estimulante Pro Energy + el fertilizante Bio-NPK.
Fuentes utilizadas en este artículo:
- Altieri, M.A., Schmidt, L.L., Montalba, R., 1998. Assessing the effects of agroecological soil management practices on broccoli insect pest populations. Biodynamics, 23-26.
- Blouin, M., Zuily-Fodil, Y., Pham-Thi, A.-T., Laffray, D., Reversat, G., Pando, A., Tondoh, J., Lavelle, P., 2005. Belowground organism activities affect plant aboveground phenotype, inducing plant tolerance to parasites. Ecology Letters, 8, 202-208.
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