La regeneración de suelos empieza por devolver vida a la rizosfera. Por lo tanto, la mejor estrategia es combinar biofertilizantes microbianos y materia orgánica para regenerar suelos agrícolas de forma sostenible.
Estado de los suelos agrícolas en España y pérdida de materia orgánica
Según el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), gran parte de los suelos agrícolas en España presentan niveles críticos de materia orgánica, inferiores al 1,5 %.
Esto genera:
- Reducción de la capacidad de intercambio catiónico (CIC).
- Mayor pérdida de nutrientes por lixiviación tras lluvias.
- Disminución de la población microbiana nativa y de la mineralización natural.
- Suelos más susceptibles a compactación y erosión.
Por ello, regenerar el suelo es prioritario para mantener la productividad y la sostenibilidad de la finca.
Por qué combinar biofertilizantes y materia orgánica es la clave para regenerar el suelo
Al combinar biofertilizantes microbianos y materia orgánica para regenerar suelos agrícolas, conseguimos activar el ciclo natural de nutrientes y favorecer la proliferación de microorganismos beneficiosos.
1. Rol de los biofertilizantes microbianos
En primer lugar, los biofertilizantes aportan cepas vivas de microorganismos seleccionados. Además, estimulan la síntesis de fitohormonas y mejoran la absorción de nutrientes.
- Solubilizar fósforo bloqueado en el suelo (fosfatasas, fitasas).
- Fijar nitrógeno atmosférico y transformarlo en formas asimilables (amonio, nitratos).
- Producir fitohormonas (auxinas, giberelinas) que estimulan el crecimiento radicular.
- Segregar metabolitos antimicrobianos que limitan patógenos.
2. Rol de la materia orgánica
La materia orgánica estabilizada (humus líquido, compost maduro) actúa como:
- Fuente de carbono lábil que sirve de energía a bacterias y hongos introducidos.
- Buffer biológico que mejora pH y capacidad tampón del suelo.
- Estructurador del agregado, aumentando la porosidad y oxigenación.
3. Sinergia entre ambos
La presencia de carbono disponible en el entorno inmediato del microorganismo acelera su fase de crecimiento exponencial, permitiendo:
- Colonización más rápida de la rizosfera.
- Mayor producción de enzimas y metabolitos.
- Establecimiento de comunidades microbianas estables y persistentes.

Recomendaciones técnicas para aplicar biofertilizantes con materia orgánica
| Parámetro | Recomendación técnica |
|---|---|
| pH del agua de aplicación | 6 – 7,5 (corregir con acidificante si es necesario). |
| Conductividad eléctrica (CE) | < 2 dS/m para evitar estrés osmótico en microorganismos. |
| Compatibilidades | Evitar mezclas con cobres, fungicidas sistémicos de amplio espectro o clorados. |
| Temperatura de aplicación | 10 – 30 °C. Evitar aplicaciones en horas de máxima insolación. |
| Materia orgánica ideal | Humus líquido o ácidos húmicos/ fúlvicos estabilizados, no estiércoles frescos. |
Ejemplo de protocolo de aplicación combinado para cultivos hortícolas y leñosos
Este protocolo está diseñado para quienes buscan combinar biofertilizantes y materia orgánica para regenerar suelos agrícolas de manera segura y eficiente.
Ejemplo para hortícolas de ciclo corto (pimiento, tomate, melón):
- Inicio de ciclo (trasplante):
- 1L/ha de Simbius – Bacillus altitudinis vía fertirriego.
- 20–40 L/ha de Humus Líquido.
- Desarrollo vegetativo:
- Repetir aplicación de Simbius cada 30–40 días.
- Mantener dosis baja de humus líquido (15–20 L/ha) para alimentar la microbiota.
- Engorde y maduración:
- Complementar con HTpro Flame – Metarhizium robertsii para estimular raíces.
- Mantener aporte de humus para evitar caídas de actividad biológica.

Resultados en campo: impacto real de combinar biofertilizantes y materia orgánica
Los ensayos de campo realizados por Nostoc Biotech en hortícolas, leñosos y extensivos han mostrado que combinar biofertilizantes microbianos con materia orgánica produce mejoras medibles en parámetros agronómicos clave:
| Parámetro | Resultado observado | Beneficio agronómico |
|---|---|---|
| Materia orgánica activa del suelo | +15–30 % tras una campaña completa | Recuperación de suelos degradados y mayor CIC |
| Biomasa microbiana | Incremento de 2–3 veces la población microbiana nativa | Suelo más estable y resiliente frente a estrés |
| Longitud de raíces finas | +20–40 % en comparación con testigo sin aplicación | Mayor exploración de nutrientes y agua |
| Disponibilidad de fósforo (P-Olsen) | +10–15 % en suelos con P bloqueado | Reducción de fertilizantes fosfatados |
| Peso fresco de fruto / calibre | +8–12 % de media en hortícolas | Mejora de producción y calidad comercial |
| Conductividad eléctrica (CE) estable | CE equilibrada en rangos óptimos tras lluvias |
Interpretación técnica de los resultados
- Mayor mineralización controlada: el aporte de carbono del humus líquido favorece la actividad de Bacillus altitudinis y otros PGPR (Plant Growth Promoting Rhizobacteria), que liberan fósforo y nitrógeno gradualmente.
- Estimulación radicular: el aumento de raíces finas y pelos absorbentes permite a la planta explorar mayor volumen de suelo y resistir periodos de sequía.
- Mejora de la microbiota autóctona: la introducción de cepas registradas crea efecto «starter», acelerando la sucesión microbiana y generando un suelo con mayor diversidad funcional.
- Eficiencia en uso de fertilizantes: en la mayoría de ensayos se ha podido reducir entre un 10–20 % las unidades fertilizantes de NPK sin pérdida de producción.
Errores comunes al usar biofertilizantes sin materia orgánica
- Aplicar microorganismos sin antes analizar pH y CE del agua.
- Usar purines o estiércoles frescos justo después de inocular (pueden competir y desplazar las cepas introducidas).
- Mezclar en tanque con insecticidas de amplio espectro o hipoclorito.
- No mantener humedad en las primeras 48 h tras aplicación, lo que puede impedir la colonización.
- Por otro lado, es importante evitar mezclas con cobres, fungicidas sistémicos o productos clorados, ya que podrían reducir la viabilidad de los microorganismos aplicados.
Base científica y estudios sobre biofertilizantes y regeneración de suelos
Vessey, J.K. (2003) – Plant growth promoting rhizobacteria as biofertilizers
Revisión de los mecanismos de acción de las PGPR en distintos cultivos.
Destaca:
– Fijación biológica de nitrógeno (BNF) y aporte sostenible de N.
– Producción de compuestos reguladores del crecimiento (auxinas).
– Protección de raíces frente a estrés biótico y abiótico.
Concluye que el uso de PGPR es una herramienta rentable para reducir fertilizantes químicos en sistemas intensivos.
📄 Leer artículo en Springer
Adesemoye, A.O. & Kloepper, J.W. (2009) – Plant–microbes interactions in enhanced fertilizer-use efficiency
Analiza la interacción entre microorganismos beneficiosos y fertilizantes químicos.
Mecanismos descritos:
– Producción de sideróforos para movilización de micronutrientes.
– Solubilización de fósforo mediante excreción de ácidos orgánicos.
– Actividad de nitrogenasa para fijación biológica de N₂.
– Síntesis de enzimas hidrolíticas que mejoran disponibilidad de nutrientes.
Evidencia que combinar PGPR con fuentes de carbono (humus líquido) mejora la eficiencia de uso de fertilizantes (NUE) y reduce lixiviación.
📄 Ver estudio en PubMed – Versión PDF
FAO / ITPS (2021) – Status of the World’s Soil Resources
Informe global sobre degradación de suelos y pérdida de materia orgánica.
Datos relevantes:
– Más del 33 % de los suelos del mundo están degradados moderada o severamente.
– La pérdida de materia orgánica es el principal factor de disminución de fertilidad.
Recomienda restaurar la biodiversidad microbiana como estrategia para la seguridad alimentaria a largo plazo.
📄 Descargar informe FAO
Aloo et al. (2022) – Plant growth-promoting rhizobacterial biofertilizers for crop improvement
Revisión de más de 150 estudios recientes sobre PGPR y biofertilizantes.
Principales conclusiones:
– Estimulación de producción de fitohormonas (auxinas, giberelinas, citoquininas).
– Inducción de resistencia sistémica adquirida y tolerancia al estrés hídrico.
– Mejora de parámetros de calidad en fruto (Brix, calibre).
Subraya la importancia de usar cepas registradas y trazables para resultados consistentes.
📄 Leer revisión completa en PMC NCBI

Conclusión
La combinación estratégica de biofertilizantes microbianos y materia orgánica constituye la herramienta más eficaz para recuperar suelos degradados y restablecer su funcionalidad biológica. Esta práctica permite reactivar el ciclo natural de nutrientes, mejorar la capacidad de intercambio catiónico (CIC), incrementar la materia orgánica activa y favorecer un ecosistema microbiano equilibrado en la rizosfera.
Como resultado, los cultivos presentan mayor resiliencia frente a estrés hídrico y biótico, y se logra reducir progresivamente la dependencia de fertilizantes químicos, optimizando la rentabilidad a medio y largo plazo.
Si buscas mejorar la productividad y la salud de tu finca, es el momento de combinar biofertilizantes microbianos y materia orgánica para regenerar suelos agrícolas y garantizar su sostenibilidad.
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